Creo que la perfección no existe porque todo en esta
vida se puede mejorar, quiero decir con el título “Mi mundo perfecto", pero parecería
que este relato lo hago para mí y no es así. Por ello os voy a hablar de lo que pienso que
es un mundo perfecto en el que creo que todos seríamos felices y en el que podríamos
dar cabida a las futuras generaciones, aunque aviso que va a ser difícil el dejar
a un lado el egoísmo que tenemos como especie.
Hubo un momento en mi vida en el que estuve
desorientado, vagando por un mundo en continuo auge y expansión. No encontraba
argumentos sólidos que me motivaran a luchar por algo concreto, más bien me
dedicaba a explorar las mentes de los que me rodeaban para absorber todo
aquello que me enriqueciese. El crecimiento no lo medía por los años, sino por
los conocimientos que me aportaban los medios de mí alrededor. Supongo que como
todas las personas, fui desechando aquellas cosas que me dañaban la mente y el
espíritu: violencia de todo tipo, odio hacia el prójimo y al resto de criaturas
por prejuicios y demás. Entonces después de muchos años luchando (ya no por
conseguir escalar a lo más alto en la vida sino por encontrar la dicha personal),
empecé a sentir atracción por lo perfecto. ¿Qué te hace más feliz, un cuerpo
perfecto o imperfecto, una mente completa y llena de conocimientos o otra vacía
y perniciosa, que sólo piensa en la autodestrucción? Aquellos ideales de
perfección me daban más fuerza y seguridad para afrontar las dificultades o
vicisitudes de la vida. ¿Por qué no adoptar a mis hábitos sólo las cosas buenas?
Un buen acto no sólo se hace cuando lo ejerces hacia otra persona, incluso si
lo practicas y te habitúas a realizarlo contigo mismo con el tiempo puede llegar
a ser virtuoso.
Cada vez que practicaba una acción positiva recibía
una recompensa en forma de estímulo emocional positivo. El deporte por ejemplo;
me aumentaba la seguridad en mí, haciéndome sentir más fuerte, bonito,
perfecto. La gente te felicita por tener esa constancia y al final te das
cuenta de que tiene más pros que contras. Además, destruyes un mal que cada vez
abunda más entre los semejantes como es la ociosidad tan lasciva y perniciosa y, difícil de controlar. Ese buen hábito ejerce fuerza
y bienestar a tu espíritu tanto físico como psicológico. Con el tiempo, me di
cuenta que aún así seguía estando al cincuenta por ciento en “niveles de
felicidad”, por mucho que aumentaba de tamaño y sentía más fuerza, incluso así
encontraba un hueco en mi alma que era imposible de rellenar con el deporte.
Ese grandísimo socavón era el vacío del conocimiento, por muy fuerte que estaba,
no llegaba a controlar los temores derivados de la inseguridad que me producía
la ignorancia al estar con más personas alrededor. Mi interior me gritaba
que era el momento de rellenar ese vacío intelectual que arrastraba desde la
infancia, muchos años habían pasado desde que abandoné los estudios y, por más
que veía documentales, leía (De muy de vez en cuando) no hallaba la forma de
rellenar ese socavón, hasta que un día dije… ¡Ya es suficiente! Entonces para
poder mejorar tuve que adoptar algo que me motivase, ya que había abandonado
durante el proceso de desarrollo interior mis arcaicas creencias religiosas.
Nunca llegué a ser un católico en todo regla, mas mi
familia lo era y me habían educado por y para ello, pero yo encontraba muchos
paradigmas que me dejaban demasiados cavos sueltos y, terminé adoptando otras
creencias más relacionadas con el mundo terrenal que espiritual. Una de las
cosas que me motivaron fueron las historias antiguas, aquellos guerreros que
luchaban ¡HASTA LA MUERTE! Por sus creencias e ideales, cosa que se ha perdido
en la actualidad, por lo menos en los occidentales. Observé que en la antigüedad a
diferencia de los tiempos contemporáneos, los antiguos guerreros (los mejores)
no tenían miedo de morir por defender sus creencias, su pueblo... Por ello comencé a admirar a aquellas fascinantes civilizaciones.
Creo en el cambio a mejor de este mi mundo, no ya de
ciudades, países, naciones, incluso continentes, si no del planeta en general.
Me gustaría que la gente leyera lo que escribo aunque estoy seguro de que todo esto no sirve de nada, empero ¡¿qué otra cosa puedo sino la
de intentar hacer entrar en razón al vulgo o por los menos compartir mi frustración con todo el que quiera escucharme?! He leído multitud de libros y
muchos intentan cambiar el mundo a favor, pero se enrollan y no hablan claro,
va, encima la gente los lee y siguen con su vida como si na. Que ves un
documental en el que te dicen que el mundo está súper poblado y que la mayoría
de especies están en peligro extinción, pues bueno que puedo hacer yo, y así
con el hambre y desigualdad en general. A mí me interesa que las cosas se hagan
para el bienestar de la Tierra en general. El futuro de nuestros hijos y resto
de seres vivos depende de nosotros “que por desgracia no disponemos del
suficiente tiempo”, ya que nos tenemos que preocupar de cosas muy importantes;
el funcionamiento de la economía, la buena marcha de los campos de golf y de que
la gente compre mucho y produzca cantidades ingentes de desechos que la tierra
no puede reciclar.
Las épocas han cambiado, rápido, demasiado. En la
actualidad los valores están confundidos, vivimos en una sociedad en la que los
méritos se aprecian desde un punto de vista material y nada espiritual. Nos
hacen creer con los medios de comunicación que somos piadosos, pero nada más
lejos de la realidad. Hay demasiados canales llenos de vacío, pérdida de tiempo,
el simple hecho de mirarlos te dañan la existencia, pero si pones canales de
cultura sólo hablan del mal funcionamiento del mundo (irónico verdad), pues
dejemos los canales políticos y vinculados con el estado que es vomitivo por
completo, esa forma de manipular a las masas a través de conflictos pasados, etc.
Seguimos teniendo sociedades de clases, donde el
poder capitalista se sobrepone por encima del bienestar general. Cuanto más posees mejor
eres, incluso la justicia trata mejor al delincuente poderoso que al pobre. Si
tienes dinero ya seas más o menos inteligente o acto podrás llegar a donde
quieras. Pero eso no es lo peor, en los países subdesarrollados no sólo pasan
hambre y padecen enfermedades erradicadas en el primer mundo hace ya cientos de
años, sino que encima les mandamos los desechos producidos “en el primer mundo”
por barco para que se acumulen en sus tristes y desoladas tierras, más apoyamos
a sus regímenes dictatoriales y tiranos mandándoles armamento a sus líderes y
encima, mucho de este arsenal está prohibido en las sociedades “civilizadas”.
Supongo que va a ser difícil poner en unos cuantos
párrafos todo aquello que pienso que podría mejorar a nuestra especie para que
vuelva a encauzarse y encontrarse con nuestra madre tierra. Pero lo intentaré,
daré todo lo que pueda de mí para ir cimentando lo que creo que se debe hacer,
y espero que en los siguientes artículos opinéis para enriquecer con vuestros
sabios consejos esta humilde página. Los siguientes puntos tendrán de epígrafe: YO SOY…
Un abrazo.