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domingo, 30 de diciembre de 2012

La maldad es humana, la bondad es divina

                   Todos los días escuchamos comentarios que hablan de gente que ha triunfado a lo largo de la vida, pero con la edad y la experiencia te das cuenta que triunfar es igual a tener dinero, bienes, poder y todo eso lo suele tener gente que para conseguirlo se ha tenido que saltar algún que otro mandamiento, sino mirar la cantidad de personas que tienen tanto y las que tienen tan poquito o, sin ir más lejos, cuántos políticos y banqueros, gente con poder y dinero están en la cárcel por haber dejado a un país en la ruina.

           Control, al final quien controla manda y el bueno o es de pensamiento Salomónico (demasiado justo en un mundo de pirañas) más pronto que tarde será estafado por uno de los tantos malos sin escrúpulos que lo único que envidian es el poder y están esperando cualquier error para ocupar ese lugar y apuntar el cañón de la fortuna hacia su bolsillo. Porque hago un apunte, el bueno por lo general no es codicioso, sino humilde y honrado, por lo que le sobran riquezas y poder, eso predicaba Jesús, que era bueno y acabó crucificado y sus seguidores actuales inflados a billetes.

                Queremos creer otros utópicos argumentos, cuando vemos día a día que son los malos los que al final triunfan, ya que no les importa hacer lo que sea para conseguir sus metas, estén a su alcance o no, aunque para conseguirlas tengan que pasar por encima de su prójimo. Como dice el artículo del enlace que he dejado al final. En tiempos de crisis son los más pillos los que recogen las mejores partes del pastel, aquellos que sin ningún pudor son capaces de estafar a cualquiera para que compren sus productos. También "me hace gracia" cuando el artículo denuncia algo tan cotidiano y que nos afecta a todos, cosa que yo no entiendo pero que es totalmente real y pasa día a día, todos compramos en sitios más baratos sin importarnos la procedencia o quienes han estado trabajando para producirlo, ya no sólo en las condiciones en las que se encuentran las personas que fabrican los artículos, sino que estos productos elaborados por esclavos, encima, destrozan los negocios legales y nacionales que intentan cumplir con las leyes y derechos de los ciudadanos.




              Por eso hasta nosotros somos "malos". Todos estamos de una manera u otra cavando nuestra propia tumba. Siempre nos han intentado inculcar que las personas son buenas por naturaleza ("por eso vivimos en un mundo tan pacífico y lleno de amor") con la televisión, cuentos y demás, nos intentan convencer desde pequeños de algo falso. Cuando vemos día a día que sólo los sinvergüenzas alcanzan el éxito. No sé si necesitareis nombres y apellidos, no soy quien para nombrar a nadie, mirar a vuestro alrededor y juzgar por vosotros mismos. No sé dónde estamos viviendo, cada día me siento más perdido, pero si sé hacia dónde vamos y el desenlace lo escriben los malos y como ha ocurrido siempre, al final todo lo arreglará la guerra.
 

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