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lunes, 23 de diciembre de 2013

La realidad duele‏

El tiempo nos hace cambiar nuestra forma de ver la vida, los años dotan nuestra persona de conocimiento, experiencias que nos hacen más fuertes y luchadores. Pero no siempre es así, en ocasiones te debilitan y te hacen sentir vulnerable y perdido. Así es el ser humano, una criatura dominada por los estímulos y los sentimientos.
Cuando tenemos dinero nos creemos colmados de felicidad y muchos con este bien material diría yo que se ven sin carencias, pero mucha gente no se quiere dar cuenta que sin dinero hay muchas personas felices, pero sin salud y sin amor hay muy pocos dichosos.
Este artículo se lo dedico a mi padre, un hombre bueno, generoso, luchador, bondadoso y creyente del bien. Un hombre que siempre ha luchado por su familia y que a pesar de haber pasado momentos muy difíciles en la vida alejado de todos sus seres queridos, gracias a su fe y el amor depositado en sus hijos ha conseguido salir hacia adelante reforzado y airoso. Como todo ser humano ha cometido errores, tal vez por desconocimiento o prejuicios (hace unos años todo era diferente, no había la "libertad" que hay ahora, la información que se tiene en este siglo es un bien deseado desde los comienzos de la humanidad), pero no ha huido nunca siempre ha dado la cara he intentado resolver todos esos problemas con una astucia e ingenio sin igual. No hay mucha gente en este mundo que se aleje cientos de kilómetros de su familia, acompañado de una mujer enferma psíquicamente y con cuatro niños a su cargo para salir airoso de tal osadía, de no dejar a un lado toda esa carga y salga huyendo para empezar una nueva vida. Por eso padre te digo que te respeto y que admiro tu fuerza, que a pesar de estar enfermo con un cáncer y ser muy joven todavía tienes tiempo para dar a los demás guerra [risas] y como digo siempre, no cargas a los que te rodean con tus problemas porque siempre intentas dar más de ti, por muchos fallos y frases afrentosas que nos digas, a pesar de todo... te queremos toda la familia porque eres de esos que marcan diferencia, un carroza del siglo pasado pero un buen padre del siglo XXI.
Padre, no sé si existe Dios, pero seguro que si es así te has ganado el cielo, espero dedicarte algún día un libro al igual que hice tiempo atrás con otro magnánimo hombre, mi abuelo, tu gran padre, los dos hombres sois generosos y cada uno a su manera aportó y aporta felicidad a los que les rodean.
Por eso en este breve artículo quiero hablar de una reflexión que he tenido sobre un tema al que creo que muchos no damos la importancia que merece. El amor al prójimo, el rechazo total del egoísmo, si tienes la suerte de ser listo de no aprovecharte del que es menos afortunado sino intentar que los que te rodean se aprovechen de eso para seguir prosperando en esta tortuosa vida. Porque incluso al hombre más deportista, sano y tranquilo que conozco le puede llegar el infortunio en forma de enfermedad. ¿Por qué somos tan estúpidas las personas? ¿Por qué vivimos con rencor y odio, con prejuicios y rechazo? Se ha hablado tanto de esto que no quiero hacer otro estúpido monólogo del tema. Sólo quiero desearte felicidad en la vida que te dé el destino y espero que tengas en tu camino muchos años y fuerza.
He llegado a una conclusión en estos pocos años de consciencia si los comparamos con todos los que llevas tú transmitiendo sabiduría. A estas alturas me he dado cuenta de que no vamos a cambiar a la gente en su manera de pensar al igual que pasa en la religión, política y en otros muchos asuntos. El ser humano o Sapiens es así, de ideas preconcebidas, heredadas por el tiempo y su entorno, no todo el mundo se plantea las cosas e intenta resolver los enigmas de esta efímera vida, muchos eligen el camino fácil, el de la fe incondicional de una idea, norma, etc. Por eso he bajado los brazos y me he venido muchas veces abajo al ver que no sé ni puedo dialogar con la razón y son pocos los que me disuaden de lo que creo. Pienso que "el ser humano es como un gran río, necesita tiempo para desviar el cauce de su rumbo tendiendo a ir corriente abajo por el camino más fácil".
Para concluir, deseo que todas las personas aparquemos nuestra diferencias, que rememos todos juntos y nos demos más sin esperar nada a cambio. La vida es muy corta y pienso que vivir sufriendo nunca nos va a hacer más felices. Siempre digo que el que vive para los demás tendrá una vida mucho más gratificante porque disfruta de los logros de muchas personas no sólo de los suyos.
Os quiero familia. Felices fiestas a todos.

martes, 3 de septiembre de 2013

Fundamentos del Capitalismo‏


    Me gustaría escribir sobre un tema que todos estamos continuamente escuchando pero que la mayoría no entendemos y que encima muchos detestamos, el monotema económico. Desde hace unos años estamos continuamente hablando de los problemas económicos que sufre nuestro país y el resto del mundo con la crisis capitalista y de cómo nos afecta a todos de una manera directa e indirecta, cuando no hemos sido nosotros los culpables de tal despropósito. Día a día nos llega información sobre la crisis que nos atormenta profundamente más muchos nos vemos impotentes al ver que no podemos hacer nada para cambiar esta situación y que todo está bajo el poder de fuerzas que maquillan la realidad y nos hacen ver espejismos, todavía hay quien cree que esto se va a solucionar en un año o dos.
      Echamos la culpa a los políticos, a los mercados internacionales, a los inmigrantes, a los bancos, a las fuertes compañías que controlan la economía. Pero realmente los verdaderos culpables de lo que nos está pasando somos todos nosotros por permitir que la injusticia que sufrimos se siga produciendo sabiendo que muchos compatriotas están pasándolo muy mal en la actualidad. Ya no hay que irse a países subdesarrollados para conocer la miseria, miramos a otro lado pensando que nosotros todavía no estamos tan mal como el resto, nos excusamos diciendo que no podemos hacer nada para evitar el sufrimiento de aquellos que lo han perdido todo y pensamos resignados como ganado que tarde o temprano todo se arreglará. Nos creemos incapaces de encontrar soluciones a nuestro problema pero sabemos quienes lo han provocado, mientras los culpables están impunes millones de personas no saben que será de ellos en un futuro próximo.
    Muchos economistas parecen conocer los remiendos para este desmán que nos lleva machacando años pero nadie hace nada para solucionar la situación. Por esa razón los culpables de que ahora estemos así de inestables y a la baja siguen manejando desde sus despachos los hilos de la economía. Primero de todo, veo desilusión colectiva. La gente de este país en donde he nacido cada vez está más mohína, disfrutan menos de la vida, paralizados y a merced de unos estamentos que no piensan nada más que en los intereses de una minoría.
    La sociedad de consumo (capitalista) funciona comprando y trabajando para comprar, si no puedes comprar porque no tienes trabajo o el que tienes no te da nada más que para subsistir te sales del sistema y eso conlleva a vivir atormentado. Ya pasaron a la historia los tiempos en los que cada uno podía subsistir con lo que el campo le proporcionaba, la energía procedente de los fósiles y la eléctrica han pasado de una manera inexorable a formar parte de nuestras vidas y su embrujo nos hace incapaces de vivir de otra manera a la actual. Explotamos los recursos de manera industrial y vivimos sobre un pavimento delgado y frágil que en cualquier momento puede venirse abajo. El pueblo tiene que dictar las leyes y normas y hacer que las cumplan tanto los poderosos como los débiles ciudadanos. Ése es el cambio que la democracia necesita, una puesta a punto y reciclar lo que está roto o desgastado, no cambiar la forma de gobierno con métodos pasados como el comunismo, fascismo, con oligarquías o republicas, sino la manera de gobernar regulando las leyes y los beneficios que se ponen quienes las aprueban. Mirar por los intereses nacionales ya que no se puede y es una utopía por los mundiales. Revisar los cambios que se han hecho hasta ahora y empezar a corregir los errores. ¿Cuándo empezaremos a ver la luz? Cuando todo el pueblo se levante de la silla, mientras tanto seguiremos escuchando estupideces y falsas promesas de recuperaciones trimestrales. Ni el FMI, ni EU, ni ningún otro estamento europeo nos va a sacar las castañas del fuego. Todos estos organismos tienen intereses que no competen a los ciudadanos de Europa y menos a los españoles, somos ordeñados para lucrar a los cada vez más ricos como pasó siglos atrás con la industrialización que sólo miraba las ganancias obtenidas y se pasaba por alto los derechos de los trabajadores. Estas entidades están para manejar la economía pero no parece importarles el capital humano. Es triste vislumbra en cómo día a día la línea que separa la democracia de la tiranía es cada vez más fina y real.

sábado, 10 de agosto de 2013

EL MISÁNTROPO

Vulgo: Hola, me gustaría saber qué piensas y por qué te denominas de esa manera.
Espartano: ¿Qué pienso sobre ser un Misántropo?
Vulgo: Sí, ¿qué pensamientos te han llevado a denominarte de esa manera?
Espartano: Creo que he buscado una forma de definirme, de encasillarme en este mundo. He elegido espartano debido a que Misántropo no pega conmigo aunque sea una analogía.
Vulgo: ¿Qué problemas en tu vida te han llevado a odiar a tu especie?
Espartano: Siempre he sido diferente, se nace no se hace. Desde pequeño he estado interesado en la naturaleza y me he preguntado siempre el porqué de las cosas. Conforme he ido adquiriendo experiencia y he acumulado pos juicios para sacar mis propias conclusiones, que me han llevado hasta esa idea. El ser una persona con un karma positivo que lo único que respeta es la razón, soy agnóstico porque la razón me ha hecho así. Nunca he escuchado una sola verdad como absoluta, sino que he sopesado y razonado todas con las que me he cruzado anteriormente para terminar sacando mis propias conclusiones. Por eso hace ya que llegué al discernimiento de que nunca entenderé la impía y lasciva conducta humana y con el tiempo he terminado detestando al conjunto de las personas.
Vulgo: Pero seguro que si nos odias a nosotros te odias a ti mismo porque eres uno más.
Espartano: En eso te tengo que dar la razón. Me odio y es difícil luchar contra todos y contra uno mismo. Pero soy consciente de que tengo dos salidas: ser un valiente y dar fin a mi miserable vida de humano imperfecto, sin sentido (humana), o, hacer lo que hago, buscar mi lugar en este mundo. Aunque es difícil decidirse por una de las dos partes, no estamos programados para eliminar nuestra información genética. Intentaré ser más que un simple, egoísta y ambicioso humano. Es una lucha sin tregua y sin sentido. Pero... es lo que hay de momento.
Vulgo: Y, ¿cómo te ves en el futuro?
Espartano: Directamente no me veo y menos ayudando a nadie en una ONG que lo único que hacen es alargar la agonía. Espero y deseo que los que sean como yo se rebelen contra esta especie y tomemos el control de este loco mundo para dar protección al resto de criaturas y un futuro a nuestros iguales. Espero y deseo que desarrollen algo que nos diferencie del engendro ser humano de a pie. Somos iguales genéticamente pero no espiritualmente, para mí es una mutación. Los que somos así (Misántropos) somos como los Espartanos; buscamos la excelencia pero adaptada al siglo XXI. No la física con el arte de la guerra y el culto a un cuerpo imperfecto, sino la psíquica, la de salvaguardar el mundo de los Homo Stultus que lo dominan, vivir para la Tierra y no explotando la Tierra.
Vulgo: Lo que dices es una utopía, una quimera estúpida e imposible.
Espartano: Ese es el problema que me entristece enormemente, lucho con equidad, pero solo no puedo hacer nada para solucionar este desmán que nos acecha. La superpoblación, el deterioro medioambiental, la pérdida de valores que afecta principalmente a los países del primer mundo ya que todo vale si tienes dinero... Esto y mucho más son irreversibles. No creo que a corto plazo se solucione.
Vulgo: Pero me pregunto. ¿Por qué sufres por algo que tú no puedes controlar? No es más fácil adaptarte y ser como el resto de personas.
Espartano: Ese es el problema que tiene el ser humano, es demasiado egoísta para cambiar. Su forma de vida actual está desnaturalizada por completo. Si piensas en el futuro te pones triste y por eso no puedo hacer como si nada y cada vez es mayor el resentimiento que acumulo contra mi especie. Creo que todos somos culpables pero todavía más aquellos que tienen la confianza con su voto de los ciudadanos y sólo piensan en sus intereses. Son ellos los Gobiernos los que tienen que tomar consciencia. Nosotros tenemos que votar a una nueva generación de políticos que salvaguarden el mundo para las generaciones futuras, que se preocupen del todo y no de las partes.
Vulgo: Entiendo lo que dices pero no entiendo como he dicho antes tu sufrimiento. No vas a cambiar el mundo ni tú ni nadie, esto es así y como ha pasado en el pasado hasta que no estemos mal de verdad no va a cambiar nada. Pero eso no justifica el odio hacia las personas. Creo que cada persona es única, nadie puede decir cuántos son los que tienen que habitar la tierra.
Espartano: ¡Sí lo hacemos!, en la actualidad los países desarrollados viven así de cómodos gracias a la explotación de los recursos y la esclavitud "legal" de las personas de los países subdesarrollados. Eso es muy cruel, más que el odio a los tontos-egoístas que es lo que proceso yo. Pero cuando todo el mundo quiera una casa con; luz, agua potable, coche, supermercado al lado... ¿Quiénes o qué nos va a mantener, qué pobres diablos van a trabajar de sol a sol para hacerlo y cuánto va a aguantar la tierra nuestro ritmo de vida? Lo que va a pasar no nos gustará, y la peor parte se la llevará, como siempre, el vulnerable pueblo.
Vulgo: Veo que no entras en razón, que no quieres entender que esto no lo controlas tú, es la hipocresía de la vida y siempre ha sido así. Sigue odiándonos y odiándote. Con suerte en algún momento te cansarás y terminaras adaptándote al periodo que te ha tocado vivir.
Espartano: Sólo busco gente como yo, espero que podamos unirnos y crear un partido sin intereses partidistas, sino que se centre en su pueblo. Que sólo busque un equilibrio con todas las partes (naturaleza, personas). En el pasado movimientos como los hippies se rebelaron contra la injusticia, la guerra y demás males que nos atañen, tal vez ahora el pueblo esté sumido en las redes sociales, videoconsolas, televisión, etc. Pero es mi redención, seguiré creyendo que hay gente como yo que todavía cree que puede haber un mundo justo y con futuro.
Vulgo: Espero que hagas lo que hagas al final acabes siendo feliz. El odio antepone a la felicidad. La razón que usas no te va a mantener.

Espartano: No hay futuro sin presente. Necesitamos una especie menos primitiva que abra los ojos y asuma su responsabilidad.

La muerte un miedo existencial‏

Me gustaría empezar este artículo preguntando.
¿La muerte cuál es, el principio o el final de la vida?

     Cuando las personas pensamos en la muerte lo hacemos de una manera egoísta, nadie en este mundo quiere morir mientras tenga salud y fuerzas para afrontar la vida (he incluso muchos sin tenerlas). Pero está claro que es el paso por el que tarde o temprano todo ser vivo tiene que pasar. Pensamos en ella de una manera egoísta porque si fuese por nosotros ninguno moriríamos estaríamos aquí viviendo, no sé, eternamente. Pero está claro que eso de momento no es posible, por eso es una tontería temer su abrazo desconocido, lo desconocido nos asusta y no hay nada más desconocido que la muerte. Pero todos tenemos claro una cosa. No existe en el mundo una persona aún que haya pasado por varias generaciones de personas sin morirse, nadie ha vivido lo suficiente como para poder olvidar sus principios, vivimos tan poquito tiempo que todos recordamos nuestros comienzos en este mundo. Si lo pensamos bien, ahora más que nunca conocemos nuestro pasado como si hubiésemos formado parte de la vida de nuestros ancestros, archivos guardados heredados de generación en generación más las películas y series televisivas nos han informado de lo que había antes de que existiésemos nosotros, de una manera u otra nos han hecho partícipes de algo que no ha pasado durante nuestra existencia, nada empírico, todos esos registros históricos nos hablan de lo que fuimos y en parte nos dicen lo que podemos llegar a ser. Tal vez si no supiésemos tanto de nosotros y del mundo en el que habitamos no tendríamos tanto miedo a la muerte como el que tenemos, sentimos que el mundo va a perder algo importante al faltar uno de nosotros cuando la realidad es que el mundo nos detesta. Sí, formamos parte de una súper estructura en la que todos trabajamos para sacar adelante nuestras vidas. Científicos, militares, políticos, médicos, todos se necesitan y trabajan en equipo, pero nadie es imprescindible ya que aunque cada persona tenga su yo (personalidad o alma que la diferencia de los demás), al fin y al cabo no somos unas criaturas genéticamente diferente al resto de nuestros iguales sino un individuo más de la especie Homo Sapiens. Deberíamos dejar de mirarnos el ombligo para abrir los ojos y empezar a cooperar.
     Son pocos los que viven el presente, continuamente estamos pensando en el pasado y en el futuro y culpando a nuestro sino por las desgracias que nos pasan. Sólo lo que dominamos y comprendemos nos hace felicesEstoy seguro de que si no existiesen esos recuerdos colocados ahí gracias a la experiencia vivida no tendríamos un juicio respecto a la muerte, no tendríamos la sensación de haber vivido más de lo que realmente hemos vivido, de tener miedo a desaparecer porque sólo tendríamos un presente, sufrimos en gran parte por el conocimiento innecesario que nos proporcionan los medios de comunicación actuales.

     Si es cierto eso que dicen de que este mundo tiene miles de millones de años de existencia y nosotros tan sólo unas décadas, no entiendo por qué tener tanto miedo a algo que resulta tan cotidiano como es la muerte. Tal vez porque somos tan egoístas que pensamos que unos seres "enormes" como nosotros no pueden desaparecer de este mundo sin más como lo puede llegar a hacer cualquier otro animal. Pensamos que tiene que haber otro mundo esperándonos, otro cuerpo deseando que lo ocupemos, un padre todo poderoso que nos dé palmaditas en la espalda por lo buenos que hemos sido, o un demonio que nos castigue por no hacer bien lo que las leyes humanas nos han dictado en nuestras efímeras e insustanciales vidas. Tenemos la necesidad de creer que esto no es el final, queremos llenar nuestras vidas de sentido, olvidamos la vida presente para temer a algo que forma parte de nosotros (la muerte). Descuidamos el ahora, somos muy inconscientes. Puede que tengas veinte, cuarenta, setenta años... Pero al compararlos con la existencia del universo no son nada.
     Creo que la muerte nos atemorizará siempre y siento que tenemos tanto miedo a morir que olvidamos el vivir: viajar, conocer culturas nuevas, disfrutar de los acontecimientos con los que nos topamos. Muchos tienen tanto miedo a la muerte que se pierden muchas experiencias de la vida. Yo tengo miedo al dolor, pero no a la muerte, parece estúpido pero el dolor sí lo he experimentado antes y no gusta.

     Puede ser que la gente sea más feliz creyendo en fuerzas todopoderosas que los cuidan y los guían, cargando el peso de su sufrimiento a esas deidades y esperando con fe que ellos los libren de sus pecados y problemas. La vida es difícil, dura, sacrificada. Vivir es algo increíble y maravilloso, peligroso y en ocasiones cruel. Pero peor que la muerte es vivir por vivir, estar aquí sin saber para qué estás, sin entender que función tienes que cumplir. No hay que engañarse a uno mismo intentando darle sentido a una vida hasta que mueras, mejor intentar vivirla con respeto y empatía con el resto de criaturas con las que compartimos este mundo.

La verdad es que no sé qué hay después de la muerte, tal vez sólo haya paz.

miércoles, 12 de junio de 2013

Para qué existe la lógica.‏

    "El concepto de felicidad no es un concepto abstracto, es real pero subjetivo. Para conseguirla, ahora, hay que sufrir haciendo lo que tu entorno te dicta, la liberación social es el resultado de esta redención plagada de normas y no siempre se puede lograr. Es más fácil desobedecer tus instintos racionales y dejarte llevar por el camino que te dicta la tendencia animal que te anima a volcarte en tu entorno cercano y hacer caso omiso a lo que ocurre a tu alrededor. No se es libre si no se usa la razón, el miedo y el mito atormentan el alma y sólo la muerte libera el tormento de una existencia sin sentido de aquellos que ven más lejos que los demás."
    Las Islas Galápagos son un claro ejemplo de lo que somos (evolución). Ya descubiertas por Darwin hace dos siglos, son una clara muestra de lo importante que son las mutaciones en las criaturas, sin obstáculos que las frenen pueden crear nuevas especies en relativamente poco tiempo y para eso es necesario tener paciencia.
El científico es el sabio en su campo, un "filósofo actual", a través del estudio de las cosas averigua cómo funciona el mundo y es por eso que nuestra evolución sigue en curso en la actualidad aunque seamos nosotros los que evolucionamos el mundo a nuestro antojo, centrados en crear nuevas máquinas y tecnología que en el futuro nos expulsará de nuestro trono existente como especie dominante para dar paso a una nueva forma de vida más depredadora y resistente que la nuestra. Esto es así porque nuestro instinto nos empuja a ello, somos criaturas efímeras y nos encanta desarrollar y explorar antes de desaparecer para siempre, a esto hay que sumarle la necesidad de respeto de nuestros iguales, poder, renombre y como guinda al pastel un hueco para los anales de la historia. Entonces tenemos el cóctel mortal que nos empuja a correr antes de saber andar. Uno de los problemas es la superpoblación actual que va en aumento, sabemos que alargando la vida de nuestros congéneres estamos acortando el estado de bienestar que tenemos (algunos países). Con el deterioro de nuestro medio natural encubamos nuevas y desconocidas pandemias y malformaciones que se dan en nuestros genes. Un sinfín de contras que a priori no vemos las consecuencias pero que en poco tiempo llegarán. En la actualidad somos miles de millones los que pueblan la tierra más sabemos que este nivel de vida es insostenible y a pesar de ello seguimos sin buscar auténticas soluciones. Si seguimos analizando podemos poner muchas más desgracias que en la actualidad nos atormentan y todos somos conscientes de que están ahí. La crisis económica no es el verdadero problema que nos atañe, sino la crisis social, es la que ha provocado nuestro estado de nerviosismo actual. Hace unos siglos si ocurría una catástrofe en tu zona como nómadas que éramos cogíamos los bártulos y nos mudábamos del lugar siniestrado pero ahora no es tan fácil, tenemos que esperar soluciones de nuestros líderes que miran para otro lado porque el mundo evoluciona más rápido que su entendimiento.
    Los científicos de todo el mundo siguen haciéndose preguntas e intentan contestar muchas otras que todavía no tienen respuesta. La ciencia nos ha dado la llave que nos abre el baúl de los secretos que ha guardado durante siglos la naturaleza, pero apenas llevamos tiempo descubriendo los enigmas de nuestra tierra como para comprenderlos con claridad. Este siglo que ha entrado va a ser el decisivo, estamos experimentando cambios a nivel mundial y por eso no podemos estar impasibles a letales acontecimientos.
    Ya no hay en todo el mundo lugares vírgenes que explorar, sitios recónditos perdidos en el globo donde volver a empezar, nada que no esté al alcance del "lobo hombre". Son tantos los problemas que estamos perdiendo el respeto e incluso a nuestra propia vida, a la que muchos no le encuentran sentido, sin metas futuras que nos animen a luchar, sin riesgos que motiven el día a día y con peligros externos que no podemos controlar y nos mantienen en un estado de nerviosismo permanente.
    Muchos humanos viven gracias a lo superficial y trivial, sólo piensan en ellos mismos, incapaces de movilizarse por un cambio sostenible y a escala global. Son muchos los que quieren vivir ahora a costa del futuro de aquellos que acaban de llegar. No se tiene que tener miedo del mañana sino de la indolencia y desvergüenza de los que hoy pueden hacer algo y no hacen nada. Algunos jóvenes vemos una locura el traer al mundo a una criatura que de media podrá llegar a vivir hasta los 100 años para condenarla en una sociedad oscura y cada vez menos humana, en la que unos pocos "disfrutan" del progreso actual (destruyendo a la madre tierra) a costa de un montón de los de su especie que apenas consiguen subsistir.    Los poderosos por miedo de represalias de otros gobiernos esconden sus verdaderas intenciones.
    En los países donde hay hambruna y escasez de medios los pueblos incultos y analfabetos siguen trayendo criaturas a pesar de saber que no pueden mantenerlas, las condenan a una muerte dolorosa o a una falta de desarrollo a causa de las carencias alimenticias. Mas estas personas no disponen de nuestros medios y apenas conocen el mundo que les rodea, muchos están condicionados por religiones perversas que les impiden razonar o gobiernos a los que no les interesan que lo hagan.
    El ser humano es especial, tiene un don un poder sin igual. Por ello esa fuerza se tiene que canalizar, no se puede permitir que viva sin normas, al libre albedrío. La madre tierra ha perdido el control de nuestra especie ya estamos distanciados de su dominio (la selección natural) debido en su mayoría al daño que hacemos al manipular sus leyes ancestrales. Por esto, muchos morirán injustamente para que unos pocos causantes del genocidio vuelvan a empezar, aunque se podría frenar si dejásemos trabajar a la selección natural y empezásemos a buscar soluciones a corto plazo para muy largo. Uno de los fallos que tenemos es manipular el destino de los que tienen que marchar, más los mantenemos aquí gracias a la manipulación desenfrenada de la medicina. ¿Cuántos son los que de verdad prefieren morir para dar un futuro a los que llegan? Supongo que ninguno.
    Quien lea esto sabrá como yo que el mundo es así y ya está y que no podemos hacer nada para cambiarlo nada más que esperar acontecimientos. Pero te diré que tú tal vez puedas vivir tu miserable vida sabiendo los problemas que nos acechan y desconectar de ellos para centrarte en tu trabajo, querido, mujer, familia, hogar... esperando que lo que venga lo afrontarás cuando llegue. Más yo no soy como el resto de personas de este mundo. No creo que los que son como yo vayan a entender nunca a los que son como tú, al igual que Sócrates eligió morir antes de traicionar sus valores, pero Sócrates han habido muy pocos por eso es tan triste que el buen ser humano sea exiguo por naturaleza.

miércoles, 17 de abril de 2013

THE PEOPLES

    Las personas, todas las personas son diferentes, como he dicho en algún que otro artículo. Hay muchos tipos de formas de pensar, pero al final podemos englobar a la gente en tres grupos distintos: las buenas personas; las malas personas (por desgracia para ellas tontas) y las malas personas (por desgracia para nosotros inteligentes).

    Podemos analizar nuestro entorno y empezar a clasificar a las que nos rodean en uno de estos tres grupos y, os digo que seréis muy afortunados si os sale un balance positivo. El problema que tenemos es que las personas malas pero listas saben hacer muy bien su papel, pueden engañarte y hacerte pensar que lo que tienes en frente es un individuo bueno y generoso y sin embargo lo que tienes de verdad es a alguien que lo que está haciendo es utilizarte para su propio beneficio, todo para sacar provecho de lo que tú le puedes aportar y cuando lo ha obtenido desaparecer, se aleja sin más o busca una escusa artificiosa para hacerte creer que eres tú el culpable de su distanciamiento, a no ser que seas lo sumamente tonto (de nacimiento o por desconocimiento) y no lo detectes a tiempo, creerme, somos muchos los no los detectamos. En el mundo animal según la RAE se les denomina parásitos a este tipo de personas, aquellas que pueden expulsar por su boca todo tipo de falacias y cumplidos para hacerte creer que lo que hay es una amistad, por lo general les suele salir bien con los menos listos o individuos que creen necesitarles cerca para triunfar en la vida, pero simplemente son utilizados. Muchos, suelen dar a sus víctimas ciertos recursos y beneficios para hacerles creer que a ellos también les importan, pero siempre ganan más que pierden, obtienen más de su alrededor del que ellos ofrecen. Han nacido para ello, para triunfar en un mundo de lobos. Dicen que el hombre es el lobo del hombre, yo diría que estos individuos son los leones del hombre.

    La suerte que tenemos con las engendros malos, pero tontos, que recuerdo que son aquellos a los que se les ve venir -son fáciles de detectar-, la maldad fluye por sus venas de fuel. Mas son demasiado estúpidos para camuflar sus intenciones. Al final puedes apartarte a tiempo y ya no digo ileso pero si menos perjudicado. Por último tenemos a las buenas personas. Sólo veo aquí a un único grupo, porque la bondad no necesita de inteligencia para hacer el bien a los demás o por lo menos no hacer el mal. A todas las personas buenas les sale de dentro el ayudar a su entorno tanto a su medio ambiente como a sus vecinos humanos y sean o no inteligentes el favor que hacen a este pobre mundo es desproporcionado.

    El problema son los porcentajes, aquí está el sumo de la cuestión. Sí miramos a nuestro alrededor y más allá de este podemos ver la desigualdad que hay en el mundo, por ello digo yo. El problema no es que haya miles de millones de personas conviviendo a la vez, sino, ¿a cuántas de las que hay las podemos introducir en el grupo de los buenos? Después de esta reflexión que creo que está hecha con suma honestidad. Me gustaría terminar con este apunte; el mundo no estará a salvo hasta que los malos no se decidan por el SUICIDIO colectivo y en masa y dejen tranquilos a los que sólo desean vivir hoy y con suerte sus hijos mañana, es la gran y auténtica utopía que no pasará nunca pero con la que todos soñamos.

    “Los buenos seguiremos pastando tranquilamente a expensas de que nos llegue un lobo tonto y podamos huir o un león astuto y nos haga daño”.

lunes, 1 de abril de 2013

PIENSO LUEGO SUFRO. No moral‏


    Polémica, eso es la vida, intempestiva y surrealista. Digo yo, si uno borra de su subconsciente todo lo que ha aprendido sobre leyes y éticas humanas para que no lo cieguen y, se centra en las más naturales y vinculadas con la naturaleza, la vida en sí, ¿qué puede salir de todo eso? La razón. La cordura nos dice que nosotros hemos elegido lo que está bien y lo que está mal, pautas de conducta y filosofías de vida que nos han hecho sobrevivir en grandes clanes al paso del tiempo. Pero cuando la fe está siendo desplazada, la teología deja paso a la ciencia y con ella a la razón –la ciencia se basa en pruebas, estudios minuciosos, años de experimentación que nos hacen entender cómo funciona este mundo–. Ahora se puede creer en dioses pero a diferencia de lo que ocurría antes, uno es consciente que lo que ha quedado de la teología es esencialmente fe personal heredada con la cultura y con ella intentamos escudar esta vida, darle un sentido al simple hecho de existir.

    Dando un paso más, después de habernos separado de lo "emocional" a priori nos queda la parte salvaje, la que no es manipulada por fuerzas divinas. La que nos impulsa a pensar con la razón, dejando aparte las emociones y creencias supersticiosas. Ésta, nos dice que lo bueno es lo que no nos hace daño ni a nosotros ni al resto de especies del planeta, ¿pero daño a qué? A lo conocido, a lo que para unos creo Dios y para otros la paciencia del tiempo. El problema es que nos han hecho creer que existe una justicia con su ley justa y con personas cualificadas para impartirla, cuando la verdad es que el veneno de la codicia (bienes, dinero, poder) siguen manejando los hilos de lo que nosotros llamamos justo. La razón dice que lo perjudicial tiene que ser erradicado del mundo –como hace nuestro sistema inmunológico con los patógenos que intentan invadir nuestro cuerpo para corromperlo, los elimina para que no nos enfermen, no los encarcela para que cambien a mejor–. No es un soldado malo por matar, al fin y al cabo es lo que le mandan hacer. La manipulación de la mente débil es el mal que atormenta nuestro futuro y los que lo saben, aquellos filosofastros por miedo al rechazo popular esconden lo que piensan en realidad. Hemos sido engañados por los mismos que crearon la desigualdad, aquellos descendientes del mal que antes castigaba en nombre de Dios y ahora lo hace a través de la economía. Unas criaturas que son conscientes del daño que hacen al mundo entero (a países más desfavorecidos, a nuestro medio ambiente e incluso a su propio pueblo). El problema es que son conscientes de su poder, los políticos, corporaciones, multinacionales se han apoderado del resto del mundo, ya no sólo como pasaba antiguamente con los pueblos sino que han patentado y negocian hasta con los seres vivos que necesitamos para poder sobrevivir, con el clima, con los océanos, con el alimento. Estamos siendo esclavizados más que nunca en la historia y a nivel mundial.

    Cuando se es consciente que lo que está en juego ya no sólo es tu futuro, sino el de tus descendientes, tu entorno. Es cuando te empiezas a asustar de lo que nos viene encima. ¿Pero si el que tiene el mando es el que cambia de canal, cómo despojarlo de él para poder dárselo a los que de verdad le pueden dar un buen uso? ¿Quiénes son los que van a pensar de manera altruista, desinteresada, mirando por el bien común y dejando a un lado sus intereses personales y políticos? Ahora es cuando uno piensa en ¿qué es el bien o el mal? ¿Dónde está ese mal? En todos nosotros, en los que lo provocan empobreciendo al mundo generando cada vez más desigualdad y en los que no hacen nada y miran hacia otro lado. No se puede entender una ley que no es justa, sino desigual e impía. Todos los que estamos permitiendo que esto año tras año siga igual somos verdugos de los que lo promueven. No hay tiempo de ética y moral humana, ni de buscar malos, ya que sabemos cuáles son, sino de actuar. Es imposible respetar a una especie tan irracional como la humana, una que sólo vive en este mundo unos segundos y está dejando una huella que va a tardar miles o millones de años en desaparecer. Cada planta, mamífero, insecto, etc. que desaparece puede ser la próxima criatura inteligente eliminada. Nuestra huella de seguir así terminará siendo irreversible. No entiendo que nos está pasando, de verdad. La ciencia lo sabe, los científicos tienen que ponerse de acuerdo y hacer algo pronto. Son ellos los que han dado al mundo todo lo que lo está destruyendo, al fin y al cabo, ¿No son ellos tan responsables como los propios políticos?

    "Igual que un niño en un parque de atracciones. Hay que dejar que juegue, experimente nuevas sensaciones, que disfrute, pero al final tiene que volver a casa (a sus orígenes)”.

viernes, 29 de marzo de 2013

PIENSO LUEGO SUFRO


    Conforme uno va adquiriendo experiencia se va dando cuenta de cómo está formado el mundo que le rodea. De los pensamientos ajenos de su alrededor; sus diferencias y similitudes, de cómo los científicos en su conjunto y unidos por un mismo objetivo –descubrir para mejorar– estudian el funcionamiento del mundo y elaboran nuevas fórmulas para hacer nuestra vida más dichosa. Se puede decir que es ahora, en los tiempos que corren cuando más se conoce el funcionamiento del mundo y de nosotros mismos a nivel cognitivo, nunca antes se había conseguido este perfeccionamiento tan sublime. Pero lo malo es que no sólo se han ido recopilando los pensamientos registrados en papel de muchos insignes personajes de la historia, ampliando y mejorando el registro de ideas y estudios desde el descubrimiento de la escritura hasta nuestros días, sino que después de estar dotados de esta Arca de la Alianza hemos visto en la actualidad que todo este material científico y filosófico de vida útil no da los resultados deseados, porque al final lo que ha terminado dominando el mundo no es la filosofía, sino la economía.

    Hemos puesto al control de los mandos de este trasatlántico a un capitán codicioso y ocioso, que mientras los demás se desloman él no sólo vive con el trabajo de los explotados sino que cuando ve que puede rapiña a su tripulación todavía más, sin escrúpulos, lleva a cabo su empresa. El pensar que esto no lo va a arreglar nadie es pesimismo. El buscar soluciones, aunque sean estúpidas (animar a la gente a manifestarse, pedir derechos e igualdad) hasta que uno vea que no hacen efecto debido a que hay instaurada en la opinión publica una idea colectiva que mezcla la resignación con la supervivencia, que va pegando palos de ciego de allí para allá hasta la extenuación, es esperanza, ilusión por vivir, da igual con cuanto pero vivir. Mas no se puede vivir si no controlamos nada en nuestras vidas, nada. Cuando unas criaturas como nosotros tan complejas y dispares son empujadas indefinidamente al borde del acantilado, acaban por rendirse y morir, literalmente. Hemos perdido por completo el control de nuestras vidas y sin éste no hay libertad. Ya no puedes tener lo que deseas, muchas veces incluso lo que necesitas. Si pierdes el control, pierdes las metas que te empujan a luchar. Muchos jóvenes están desorientados, no saben por dónde empezar a buscar salida en esta complicada vida, no pueden viajar para encontrar algo mejor, no pueden trabajar no sólo en su ciudad sino en su país, no pueden emanciparse con su pareja para crear un hogar... Han perdido el control de sus vidas, van a la deriva sobre un océano revuelto y tempestivo.


    Si me quedo con algo de esta vida que me ha tocado experimentar es, con la satisfacción de haber conocido la filosofía, amar la sabiduría, disfrutar de la familia y amigos. El saber de que están hechas las cosas, el darle un sentido a esta vida tan increíble y no dejarme manipular por un organismo tan imperfecto como el humano que debido a sus limitaciones deja pasar por alto muchas cosas extraordinarias. Alguna vez, hace más de dos mil años, un célebre antiguo dijo: "La autentica felicidad está en el silencio, en saber escuchar, en las pequeñas cosas, en la contemplación".


domingo, 10 de marzo de 2013

How long?

    Cada día es como el anterior, el tiempo pasa como siempre, a su bola. La cúspide de la idiotez ya alcanzada, pero nadie hace nada, los que tienen quieren más y los que no aguantan, ¿cuánto tiempo? No se sabe, pronosticar es igual a sufrir, la espera es eternamente aburrida. ¿Quién frenará esta locomotora que ha perdido el control? De momento sigue cogiendo velocidad, implacable, llevándose por el medio todo lo que pilla. En ella están montados un grupo selecto, sólo eso, unos pocos que quieren que esto siga así para siempre.

    Una tarde soleada de verano, el calor era asfixiante, las cigarras cantaban con una energía inusitada como si supiesen lo que iba a ocurrir a continuación. Cerca de aquella casita de campo pasaba un riachuelo nacido en la montaña, llevaba agua, mucha agua fresca, los animales paraban allí para saciar su sed. Una madre ilusionada se disponía a hacer lo que todas las madres hacen alguna vez en su vida, prepararse para dar a luz. Llevaba muchos meses gestando a un grupo de nuevas criaturas, sus cachorros. Uno a uno iban saliendo al exterior aquellos preciosos animalillos, los mejores perros de presa que un cazador puede desear. 
Antes de dar a luz, se había colocado entre un matorral y el riachuelo, tenía ganas de ver a sus criaturas, deseaba acicalarlas y lamerlas, darles cariño para que recibiesen el nuevo día acompañadas de un amor incondicional, sólo quería disfrutar de ese momento, era suyo, lo llevaba deseando muchísimo tiempo y al final llegó como todo llega en esta vida. Estaba llena de felicidad, poco a poco iban naciendo sus cachorros y no les faltaban los mimos de su madre, no podía dejar de disfrutar de ellos, los quería con locura. Cuando terminó de dar a luz se retiró unos segundos para beber del agua de aquel riachuelo, saciar su sed y refrescar su organismo que había sufrido mucho estrés al traer al mundo a esos pequeños. No había terminado de beber y antes de que el agua dejara de gotearle el hocico ya estaba de nuevo junto a sus cachorros. Allí estaban ellos, indefensos con sus ojos cerrados y su anunciada vulnerabilidad. Uno a uno los cogía cuidadosamente entre sus mandíbulas y los iba llevando al cobertizo donde se cobijaban, allí estarían resguardados del calor del verano junto a su madre.

    El dueño del animal estaba esperando anhelosamente que llegara ese momento. El padre de los cachorros había sido un buen perro de caza, no había rastro que se le resistiese, pero dejó de ser útil. Esperaba que por lo menos uno de los pequeños diese la talla, el resto los vendería o sacrificaría, depende de su estado, peso y demás. Entró a ver a la perra que ya debería haber dado a luz, ella se echo a un lado y dejó que su dueño examinase a los cachorros. La pobre estaba aterrada, todavía recordaba el fatídico final que tuvieron algunos de los hermanos que nacieron junto a ella. El cazador los fue examinando uno a uno y comprobó que había una pequeña hembra que no parecía dar la talla, era más pequeña que los demás y parecía muy frágil. La apartó de sus hermanos a ésta y a otro cachorro y los metió en una pequeña alforja que llevaba con él, pensó, así tendrán más leche el resto hermanos. La madre se acercó al cazador y se colocó delante de él cortándole el paso, con la cola escondida entre sus patas traseras y el hocico pegado a la bolsa en la que había metido los cachorros su amo, con un gesto de sumisión aullaba sin parar y se movía de un lado para el otro intentando entender por qué le arrebataban a dos de sus hijos, "si lo hubiera sabido no habría tenido ningún hijo", pensaba en sus adentros la triste madre. El resto de cachorros no se percataban de la escena, todavía eran muy pequeños. Al poco tiempo los pequeños ya correteaban por el granero y jugaban sin cesar con el resto de criaturas del lugar sin saber que les deparaba la vida.

    Unos meses más tarde a uno de los cachorros, Cicu, le iba a ocurrir algo espantoso que le apenaría durante mucho tiempo, le había cogido mucho cariño a sus otros tres hermanos, dos hembras y un macho y no iba a poder hacer nada por ayudarles. Mientras correteaban por el recinto jugando como era normal con su edad, apareció el cazador y los examinó una vez más, observó que había uno de ellos que sobresalía de entre los demás, era más rápido y enérgico. Había estado esperando que creciesen un poco para saber con cuál se quedaría y parecía que ya lo tenía claro. Cicu era el más capacitado de los cuatro y lo apartó de sus hermanos, lo metió en una jaula y se lo llevó de allí, aunque Cicu no parecía feliz con la decisión del cazador. Ya sólo quedaba él y su madre. El cazador se lo llevó junto a otro viejo perro para que aprendiese el oficio de rastreador. Al día siguiente encontró a su madre en una esquina del cobertizo, estaba cabizbaja, no había rastro de sus hermanos, intentó en vano buscar su olor, pero no parecía encontrarlos por ninguna parte, el cazador se los había llevado lejos de allí.

    El tiempo iba pasando, su amo se lo llevaba de caza al lado del viejo perro, que parecía pasar de él, sólo se tenía a sí mismo y a su madre. Ya habían pasado unos años desde que fue separado de sus hermanos, y con resignación tuvo que proseguir con su rutina. El cazador había acertado con Cicu, no se le escapaba ninguna presa, todo lo que olía era detectado y el cazador hacía buena cuenta de ello, abatiendo a toda aquella criatura que intentara huir después de ser detectada. Su amo estaba contento con él y le preparó un nuevo recinto, aunque él no quería irse del suyo ya que amaba a su madre y la pobre cada vez estaba más débil y sola.

    Seguía cazando con su amo, veía como los dos formaban un equipo increíble, ninguna presa se les escapaba, pero también observaba a otros cazadores con sus perros y la dificultad que tenía para encontrar nuevas presas. En ocasiones no encontraban ninguna y no era por culpa de Cicu, su olfato era implacable, sino por la escasez de presas.

    Una tarde de invierno como otra cualquiera, salió a cazar con su amo, él estaba cansado de no cazar nada y pensaba que su fracaso en la caza era por culpa del perro que había perdido su capacidad de detectar a sus presas. El cazador poseía el mejor equipo de caza del mercado, miraba a su perro y a su alrededor, lo soltaba y esperaba que éste encontrase algún rastro, pero Cicu no encontraba ni rastro de las presas, el campo cada vez estaba más silencioso y triste y muchas de los animales simplemente habían sido cazados hasta ser exterminados del lugar. Pero aún así y para contentar a su amo seguía buscando, metiendo el hocico en cualquier madriguera, o escondrijo, golpeándose con las piedras, esperando que brotasen las presas de la nada. El amo estaba cada vez más cansado y furioso, empezó a insultar a Cicu, le decía que era un perro vago, holgazán, que como no viese pronto algo lo mataría. Cicu no estaba asustado por la muerte, eran muchas las criaturas que habían muerto por culpa de su maravilloso olfato, más bien, estaba triste por no poder satisfacer a su amo. El cazador se cansó y al terminar la jornada golpeó a Cicu con un palo, le dijo que era un gandul, que como no encontrara pronto presas lo iba a matar de un tiro.

    Lo tuvo encerrado un par de días en el antiguo cobertizo donde antaño vivió feliz junto a su madre y hermanos. Mientras esperaba en aquél lugar pensaba. <<¿Qué puedo hacer para complacer a mi amo?, ¿qué hago mal? Yo estoy sano, soy un perro capaz, pero las presas han desaparecido, la caza intensiva ha aniquilado a aquellas criaturas. ¿Cuánto tiempo podré seguir así, no puedo soportar esto más?>>.

    Una semana más tarde volvió el amo y le dijo a Cicu que no le daba más oportunidades, si no cazaba, era porque no valía. Cicu, no quería acabar como sus hermanos, se quería a sí mismo y prefería morir a fallar a su amo. La caza empezó, pero como había pasado las veces anteriores el campo estaba arrasado. Entonces el cazador enfureció y empezó a pegar a Cicu con un palo, éste se encontraba ya debilitado por la falta de alimento y apenado, ni siquiera sentía los golpes. Al final echó a correr con el rabo entre las patas mientras su amo lo insultaba y humillaba desde la distancia, incluso le disparó un par de veces, pero tuvo "suerte" y los disparos no llegaron a herirle. Al final acabó distanciándose de su amo, que casi ni lo veía. Pero Cicu, no quería mendigar por la zona, no soportaba el encontrarse en esa situación. Por las noches soñaba con su madre y hermanos, con los juegos que compartía con ellos cuando era pequeño y lo feliz que fue en aquella escueta etapa. Mientras buscaba de un lado para otro, intentando saber qué podía hacer en aquel momento y lugar, solo y mal nutrido, sin poder cazar para vivir porque las presas escaseaban y las que veía apenas le daban para vivir, encontró en el ambiente un olor peculiar, era nauseabundo, sabía que no podría ser de otra cosa que el de una planta peligrosa. Tenía hambre, pero ningunas fuerzas para buscar comida, su resistencia estaba llegando al límite. Siempre había sido un luchador nato, nunca se rendía y por eso su amo lo eligió a él de entre los cuatro, no acabaría de ningún modo buscando en la basura las sobras de otros, su dignidad valía más que nada. Entonces decidió acercarse a aquella planta, y examinarla mejor, comió de sus semillas y buscó un lugar apartado, lejos de aquel sol de verano. Esperó que el destino se lo llevara de allí, pensó en sus hermanos, en su madre y en su amo, y dijo a sus adentros, -por qué tengo la sensación de haberos fallado a todos-. Pero él no había sido nada más que una víctima, un animal que sólo quiso vivir feliz. Al final su respiración fue decreciendo, sus latidos se fueron apagando y su hálito dejo de estar entre nosotros para siempre.


    Esta fábula puede simbolizar muchas cosas, pero cada criatura elige cuánto tiempo puede aguantar las injusticias. Todo ser viviente es dueño de su existencia pero no de su nacimiento. No hay futuro si no hay presente. La lucha es desigual, es la propia especie humana la que crea las normas y cada individuo se tiene que adaptar a éstas, de lo contrario no tiene cabida en este sistema ya desnaturalizado, no hay vuelta atrás, normas morales juzgan nuestros actos, algunos de nosotros eligen qué es lo "correcto" para los demás. Rechazamos lo que no entendemos, los prejuicios juzgan los pensamientos ajenos. Miles de años conviviendo en armonía, en unos cientos todo eliminado. Entender es sumisión, no hay entendimiento posible, llorar no sirve, adaptarse es dar la espalda, sólo hay un final, sólo hay uno. Depende de la sociedad en la que habites será comprendido, pero muchos hace tiempo que lo tienen claro. No hay dos seres humanos iguales por eso es más fácil imponer una forma de vida que tratar de dar a cada uno lo que necesita para vivir.
Que el destino se apiade de la evolución de un mundo sin control.

sábado, 23 de febrero de 2013

El deporte: DEVOCIÓN V OBLIGACIÓN‏


    Como todo lo que nos rodea el hacer ejercicio ha pasado a formar parte de la vida de muchísimas personas y como pasa con todo lo que nos rodea, muchos obtienen tajada de esta necesidad (el culto al cuerpo) recuperada a mediados del siglo pasado. 

    Hay muchísimos centros deportivos que nos ofrecen "servicios" a cambio de una cuota que promete cuerpos de escándalo y como hacen los bancos (sin enseñarnos la letra pequeña) nos prometen el oro y el moro para mantenernos allí apuntados y así obtener un beneficio pero no nos cuentan el esfuerzo y dedicación que hay tras esos cuerpos de revista. Mucha gente va al gimnasio no sólo para hacer ejercicio y así sentirse bien consigo mismo, sino que, de paso nos ayuda a relacionarnos con gente e incluso a algunos les ayuda a encontrar compañía, a esos tal vez no les importe lo que voy a decir.

    Mi experiencia en este mundillo me ha enseñado que no se necesita invertir mucho dinero para mantenerse en forma, con unas cuantas pautas de conducta y como hemos dicho (sacrificio) se puede estar bastante bien, no hace falta ir a un gimnasio, aunque aconsejo una rutina diaria sea donde sea (calle, centro deportivo, casa...). Hacer las cosas bien al final tiene una recompensa y la salud es bienestar. Si eres de aquellas personas que lo que desean es tener un buen tipo “rollo chico de playa”, apúntate al gimnasio y haz lo que te digan, pero si lo que quieres es mantener la figura o adelgazar también tengo algo que decirte. Llevo diez años haciendo ejercicio físico y me ha costado mucho llegar a tener un cuerpo decente, para empezar... Primero tenemos que levantarnos y ponernos frente al espejo. Vale, una vez hemos hecho esto nos miramos de arriba abajo y analizamos lo que vemos. Si eres una persona delgada y lo que quieres es aumentar tu masa muscular te aconsejo que te apuntes al gimnasio, si en cambio eres una persona rellenita, lo primero que tienes que hacer es pesarte. Vale, según tu estatura deberías tener un peso determinado, al saber los quilos que tenemos de más es cuando debemos empezar a trabajar. Lo primero que tenéis que hacer es buscar un hueco a lo largo del día para vosotros y decir, ¡ésta es mi hora!, lo segundo es ir al supermercado y aprender donde está situada la zona de verduras y hortalizas. Para perder peso lo primero es ingerir menos de lo que tu organismo consume. Hacer cinco comidas al día os ayudará a acelerar el metabolismo y quemar más calorías. De momento os aconsejo que la hora que habéis elegido la invirtáis casi exclusivamente en cardio. Conforme vayáis perdiendo peso lo mejor es buscar un gimnasio o un preparador que os guíe para que no os quedéis flácidos por el peso perdido. Tenéis que motivaros día a día para no dejarlo ya que perderéis lo que hayáis conseguido, ya que cuesta mucho sacrificio conseguir lo que en poco tiempo se pierde. Vale, si queréis saber más aquí tenéis a un servidor que os intentará asesorar sin cobraros ni un duro, suerte y a cuidarse.

lunes, 18 de febrero de 2013

La independencia dependiente‏


    ¿Qué es una familia? Un conjunto de parientes unidos por los mismos vínculos sanguíneos y afectivos, con objetivos empáticos y altruistas y a la vez egoístas y posesivos.

   ¿Estamos todos solos? Con los años las familias de los países occidentales van perdiendo esos vínculos que las unen como tal. Son una multitud el número de razones que nos arrastran a crear cada vez más una sociedad sin valores, ¿por qué? Entre otras muchas razones la más grave es el deterioro o pérdida de las auténticas familias. Se pueden buscar culpables en las nuevas tecnologías, la falta de implicación en los padres o la supuesta necesidad de independencia que sufre nuestra sociedad. Pero es ilógico como tal que muchas familias detesten el encontrarse solos cuando los miembros han elegido ellos mismos ese camino. El objetivo de los padres de ahora es despachar a los abuelos (residencias, cuidadores en su domicilio), a los hijos y, muchos incluso a su cónyuge. Parece que queramos estar solos a toda costa. La familia actual es una familia desestructurada: dicen a sus hijos (si llegan a tener alguno) que se emancipen, pero cuando estos lo hacen les piden que vayan a verlos más a menudo, que se sienten solos, que se aburren... y les ruegan a los hijos que no hagan lo mismo con ellos como hicieron tiempo atrás ellos con sus padres (encerrar en residencias a los decrépitos abuelos: que solos, enfermos y débiles, buscan consuelo en sus iguales para mantenerse felices).


    Tal vez este sea un problema actual que estemos pasando por alto, la falta de tiempo para cuidar como es debido a nuestros hijos, los hacemos menos cariñosos, cercanos, más agresivos, materialistas, superficiales y muchos de ellos terminan sufriendo trastornos de conducta. Padres que trabajan muchas horas y no les dedican tiempo a sus hijos, abuelos que por su lejanía o por otras razones no pueden dedicar el tiempo debido a los nietos o simplemente quieren estar "tranquilos", que no les molesten. Esto y mucho más ha creado la "auténtica familia desestructurada occidental".



    Antaño, nuestros abuelos vivían en la misma casa que sus hijos y nietos, era una manera práctica de ahorrar gastos en la que todos se apoyaban, unos a otros. El padre de familia iba a desempeñar su trabajo mientras los abuelos y madre desempeñaban las labores de cuidar de los niños pequeños y la casa. Se solía tener más hijos por familia que en la actualidad y los hermanos mayores enseñaban a los pequeños los valores cuando los padres se ausentaban. Había una jerarquía conducida por la matriarca en casa y el patriarca en el trabajo, donde los inválidos abuelos y niños eran acunados y cuidados con un cariño incondicional. Las familias estaban unidas y el sentido de tener hijos había adquirido un matiz más auténtico y razonable.



   ¿Si se pierde el cariño hogareño formado por padres, tíos, abuelos y hermanos, qué nos queda? Ese es el problema, que la sociedad actual no sabe ser feliz. Un caserón de los de antes albergaba a varias familias, padres con su entrega absoluta, hijos con sus actividades lúdicas y la alegría de su inocencia, abuelos con sus historias de un pasado diferente e incluso algún que otro tío o tía, primos, rondaban las habitaciones a todas horas aportando aquel calor hogareño que se ha ido perdiendo poco a poco hasta quedar en casi un recuerdo del pasado.


    El progreso nos da más vida, mejor calidad de ésta, pero a costa del mayor bien que toda criatura puede desear, nuestra felicidad. Sólo pensamos en vivir mejor, tener más independencia y dinero, pretendemos ser felices alejándonos de lo más importante nuestras raíces. Buscamos un sentido a las cosas cuando desde siempre éste ha estado ahí. La familia es la que nos sustenta, somos seres sociables y dependemos de los demás para ser felices. Llevamos viviendo en la tierra millones de años y en menos de 100 hemos olvidado que si no nos unimos las familias no llegaremos lejos y tarde o temprano sólo las que lo hagan perdurarán en el tiempo. Al fin y al cabo la familia es aquella que se acuerda de ti y no sólo en los buenos momentos. Un beso muy grande a mi familia.





martes, 5 de febrero de 2013

GUERRA CONTRA LA VERDAD

      El otro día creé un evento en el facebook, "por una España libre". Sabía lo que iba a ocurrir, que la gente lo leería a y fuera. Pero aún así no podía resistirme a hacerlo, expresar mis sentimientos liberando desde mi interior esa parte de reivindicador que me queda. No ponía nada que todos no supiésemos, todos, pero necesitaba saber si aquel llamamiento se quedaría en un intento fracasado o, no sé, tal vez habría servido para algo. Os podéis imaginar lo que pasó... Tal vez debería estar decepcionado por lo poco fructuosa que había sido mi "campaña" pero en el fondo me sentí mejor al hacerlo ya que por lo menos compartí con todos vosotros mis ideas respecto a lo que estamos viviendo en la actualidad.

      Una tarde estuve hablando con unas ex-compañeras de trabajo sobre lo que nos está ocurriendo a todos los españoles, y de entre muchas cosas habladas, me quedo con una idea que surgió en aquella animada discusión. Los españoles necesitan una persona diferente, alguien que como un mesías, "Jesucristo" los guíe por el camino de la razón y no de las mentiras camufladas tras un halo de intereses personales, alguien que tenga como objetivo al pueblo y no el poder, la codicia y demás males que nos acechan desde siempre. Parece una gran utopía, pero no tiene porque ser así. El problema de las democracias capitalistas es que los políticos que llevan gran parte de su vida en esos estamentos acaban de una manera u otra corrompidos, terminan por expulsar en sus discursos nada más que demagogia y al final lo único que consiguen es a un pueblo cansado, empobrecido y falto de fe. Por eso he llegado a una conclusión; si el problema de un país es la falta de transparencia y sinceridad, por qué no cambiar eso, terminar de una vez por todas con este sistema obsoleto.

      Hoy en día hay medios nuevos que aunque todavía no se han acoplado a toda la sociedad. Una gran parte del pueblo puede disfrutar de su uso, Internet nos ha abierto una ventana al mundo, con un buen uso se puede decir que puede llegar a ser hasta transparente, claro y fácil de usar. Es un medio que puede facilitarnos la vida y cada vez está más extendido entre la sociedad, ya casi no se usan otros medios de comunicación y de seguir así el correo ordinario va a pasar a la historia como lo hizo en el pasado el telégrafo. Pero es difícil cambiar un sistema casi por completo y más cuando los que tienen que hacerlo son los primeros que se negarían por ser ellos los que tendrían que ser evacuados. Pero hay que hacerlo, nos toca a nosotros buscar nuevas fórmulas en este mundo cambiante para poder no sólo sobrevivir, sino vivir.


      Para empezar hay que agilizar los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, ya que están corrompidos por los políticos, además necesitan actualizarse a este nuevo siglo. Tenemos Internet  un medio de comunicación que puede llegar a cada uno de nosotros y cada vez más seguro. Creo que el pueblo a través de Internet dispone de la herramienta más efectiva, rápida. ¿Cómo? Un cambio de esa magnitud necesita una reestructuración radical. Mas lo que sí está claro es que tiene que ser el pueblo el que a través de su voto dictamine las leyes y no debe ser controlado por ningún grupo en especial, sino como digo por todos, somos nosotros los que tenemos que formular propuestas y no ningún partido. Creo que lo importante ahora no es poner al mando del barco a otro capitán sino cambiar el sistema democrático capitalista y demagógico que hay instaurado en la actualidad, mientras no se busquen métodos que lo hagan será imposible mejorar la situación que nos tortura asfixiándonos poco a poco. Imaginaros un gobierno en el que todos formemos parte, dirigido por personas que a través de Internet nos pongan al día y nos faciliten el poder tomar partido en las leyes y artículos obsoletos de la constitución, podamos cambiarlos con nuestra mayoría y que sea la sociedad la que actualice el país no políticos externos e internos que lo único que están haciendo es probándonos para saber cuál es nuestro aguante. La solución no es un país gobernado por unos pocos sino gobernado por todos los ciudadanos, en el que puedas opinar, conocer dónde va a parar el dinero de los impuestos, que reformas hay para el futuro y cuándo se van a llevar a cabo.


lunes, 7 de enero de 2013

El devenir

        Pienso que hay muchas cosas que pasamos por alto día a día, planteamientos que no nos hacemos porque la mente está ocupada en otras labores. Pero es importante analizar ciertos detalles de la vida actual. No sé si a vosotros os ocurrirá lo mismo, mas yo he notado que la gente mayor de entre 50 a 70 años, muchos, están pasando por ese momento difícil de la vida. Cuando ves que la vejez te está alcanzando y ya no hay vuelta de hoja. Algunos han perdido ya a sus seres queridos y muchos de los hijos han tenido que salir de su ciudad para buscarse "un porvenir". Pero eso no es todo, algunos sufren enfermedades que les complican un poco más la existencia.

         ¿Qué nos plantearemos cuando lleguemos a esas edades? Es ley de vida crecer, desarrollarse, y vivir. Lo hacemos poco a poco y vamos cambiando con el proceso, ¿pero por qué los mayores nos dicen que la juventud actual está perdiendo valores?, ¿por qué dicen que los jóvenes de ahora sólo piensan en disfrutar, tener más dinero y estar por encima de sus compañeros de trabajo? Una lucha que de seguirla durante largo tiempo los agotará a una temprana edad.

             Antes no se necesitaba saber una barbaridad para poder ganar un jornal decente, pero cada vez se exigen más cosas para poder sobrevivir en la sociedad actual: mayor formación, idiomas, experiencia. Año tras año la lista de necesidades se va extendiendo a la vez que las personas que reclaman un hueco para vivir. Por eso si la gente más mayor, como nuestros padres y abuelos se quejan de lo que hay en la actualidad, ¿Cómo estaremos entonces nosotros mañana? Muchos no habrán podido tener descendencia o lo habrán hecho a edades anormales, pasados los treinta y cinco, la sociabilización (aunque cada vez hayan más personas) es llevada al plano inexistente, el que trabaja podrá vivir, pero sólo eso, el estar sano mentalmente será una suerte, enfermedades como: depresión, ansiedad, formarán parte de nuestra nueva forma de vida.

             Lo más surrealista de todo esto es que lo que estamos viviendo nosotros es obra de las generaciones que sufren los síntomas expuestos al principio de este artículo, aquellos que se quejan de nosotros, y a la vez se compadecen de nuestro fatídico futuro. No es paradójico. Ellos crearon Internet, los autos, la necesidad del petróleo, la necesidad ingente de madera que ha mermado los pulmones del mundo y todo aquello que a muchos no les deja conciliar el sueño. Ahora aquellos que han provocado todo esto tienen pensiones y jubilación. Pero a pesar de saber que nosotros no tendremos nada de lo que ellos disfrutan en la actualidad, seguimos apoyando el sistema que años atrás crearon, pensando que tener esperanza es la solución.


         No veis que todo esto tal vez es un proceso que nadie puede controlar, aunque parezca ciencia ficción. No serán fuerzas desconocidas las que a pesar de ser dañino para nosotros, nos empujan irremediablemente hacia nuestra extinción. Porque la pregunta está ahí. No veis que cada generación nueva es criticada por las anteriores cuando son ellas las culpables de esa generación, ¿será como en mi libro, una fuerza extraterrestre la que nos empuja hacia nuestro final?, ¿será la evolución que quiere desarrollar una nueva y poderosa forma de vida, tal vez inorgánica y son nuestros propios genes los que nos llevan a crear y desarrollar a pesar de desconocer las consecuencias? Lo veo y me quedo atónito, no entiendo que destruyamos las cosas y luego queramos recuperarlas. Como ha pasado con animales primero extintos por el hombre para luego intentar devolverlos a la vida. Pues esa es la naturaleza humana. Recordar que ahora somos una superestructura, los que viven en la actualidad son verdugos de los ya muertos, cómplices de los vivos y los que vamos a dejar un mañana sin luz a los que vienen.



        Está claro que como ha pasado siempre esto lo lleva escrito la evolución desde el principio de los tiempos, simplemente somos las marionetas que trabajan controladas por fuerzas que tal vez no podamos ver pero que tienen que estar ahí, si no es así, simplemente es porque somos una especie tan estúpida que no sabe qué hacer para mantenerse en el tiempo.