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miércoles, 26 de septiembre de 2012

4. Razón o fe: el miedo.‏



No me gusta hacer alusiones de nadie, creo que cada uno tiene sus propias opiniones respecto al miedo y por más menciones que ponga, no creo que nos salven de él. Todos tenemos miedos y fobias, es algo que se encuentra alojado en nuestro subconsciente. Para lo que a algunos es un miedo atroz para otros no es nada más que una sandez.

El miedo a la soledad; creo que es una de las formas de miedo más extendidas en nuestra especie, no creo que haya mucha gente que no lo procese y, supongo que serán pocos los que no lo hayan experimentado alguna vez en su vida, éste y el miedo a la muerte son algunos de los más extendidos. Somos una especie social y necesitamos de nuestros semejantes para poder vivir, algunos incluso después de tener varios desengaños con las personas siguen manteniendo la esperanza de encontrar aquel individuo que los escuché, respete y quiera. Los científicos intentan suprimir de nuestro subconsciente aquellos temores infundados e ilógicos, pero estoy seguro que ellos también tienen sus propios miedos. Las creencias religiosas son una redención a lo desconocido, es más fácil explicar lo inexplicable a través de la fe. Pero en esta generación en la que vivimos, todos tenemos la información al alcance de nuestras manos, en cualquier momento y casi me atrevo a decir en cualquier lugar, podemos conocer si lo que nos rodea nos puede dañar o no. Por ello no entiendo porque todavía tenemos miedos, o sí, tal vez porque sabemos que somos vulnerables, y por eso sentimos todavía muchísimos miedos, que aunque la razón los tacha de ilógicos, ellos están allí, torturándonos día a día. Catuc tenía miedos como los nuestros y no era un ser humano, ¿pero a su manera, no tienen miedo todos los seres vivos? Aquello que se escapa a nuestro control nos genera desconfianza, el león tiene miedo al elefante, la cebra al león. Todos los seres vivos tienen miedos, tal vez no lo expresen como nosotros pero sus caras los delatan.

El personaje de "Sombra" tenía miedo a la soledad era uno de sus tormentos, ésta le perseguía allí donde fuese, aquellos seres (que aunque tenían sus mismas raíces evolutivas procesaban pensamientos y creencias totalmente diferentes) no le querían escuchar, pensaban que eran mejor que él, todo porque iba siempre solo y predicando argumentos que no "entendían" los que le rodeaban. Por eso se sentía atormentado, pero aún así no se rendía. Le salvaba la esperanza, aquello que nos da fuerzas para afrontar cada mañana con cada nuevo amanecer. No puedo decir que no tengáis miedos, tal vez porque yo soy el primero en tenerlos, pero sí puedo decir que la esperanza puede salvar a aquellos que sus temores los han llevado a perder la ilusión de las cosas.

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