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viernes, 5 de octubre de 2012

8. Razón o fe: el destino.‏



"Todos hemos nacido diferentes, por eso nunca podrán haber dos destinos iguales, el querer ser o estar igual a otras personas es un error enorme. En ocasiones las personas podemos parecernos unas a otras e incluso actuar de una manera similar, pero nunca podrán haber dos individuos caminando por una misma senda, cada uno se tiene que labrar la suya".
 
El destino no da lo que cada individuo desea, entonces sería muy aburrido. Pienso que como todo en esta vida primero tenemos que buscar un objetivo y después como hace un enorme tigre, abalanzarnos contra éste, sin miedo y a por todas no importa la edad, raza o condición, buscar un objetivo y a por él (nunca es tarde). Sé que con los años nos vamos acomodando y cada vez cuesta más el “volver a empezar”, como dice una buena compañera: “las personas tenemos miedo a los cambios, nos desconciertan y por eso los evitamos”. Pero la ley de la naturaleza es muy diferente: “aquella criatura que no se adapta, muere, se extingue, desaparece para siempre condenando su extirpe en el olvido eterno”. Tenemos que ser superiores y luchar por labrar nuestro destino, las cosas fortuitas están ahí: accidentes, muertes y demás son desmanes que simplemente ocurren, pero si invertimos cada minuto de nuestra vida en buscar que cosas nos pueden hacer mejorar y adaptarnos a los nuevos cambios poco a poco todo irá cogiendo forma, aunque es difícil para nosotros hacer uso de la paciencia. Seguro que no soy el único que me he parado frente al espejo y me he preguntado, ¿por qué estoy aquí, no encuentro nada que me dé fuerzas para seguir luchando? Pero como le dijo Sertor a Catuc: la familia, amigos, pareja… son razones suficientes para levantarnos cada mañana con una sonrisa dejar a un lado todo lo malo y volver a empezar.
 
Si os soy sincero… creo en el destino, aunque también sé que es difícil de interpretar. Nada pasa sin que con ello acarree consecuencias, incluso la cosa más estúpida puede marcar nuestro destino; la pérdida de un amigo, un familiar, pareja, son asuntos mayores. Pero en ocasiones incluso un comentario desafortunado también puede acarrear consecuencias catastróficas. Con ello no digo que tengamos que medir todas nuestras acciones, palabras y estar pendiente de hasta el más mínimo detalle, ya que acabaríamos agotados, mas en ocasiones podemos intentar ser más auténticos (me explico)..: hay acontecimientos que no podemos cambiar como ya dije, pero otros sí. Sí una persona se hunde ensimismada corta las puertas a muchas otras salidas y por ello no le da pié a que su destino le dé nuevas sendas que explorar. Por eso hay que cambiar los malos hábitos e intentar hacer cosas nuevas que puedan motivarnos en esta vida. El destino se tiene que ir labrando día a día e interpretar las señales que te da es la clave del éxito.
 
Catuc era una criatura peculiar, como muchos otros seres tenía objetivos y metas en su vida, aunque hay que reconocer que él no disponía del control de sus actos, ya que habían fuerzas ocultas que lo guiaban sin que supiese nada. No sé si nosotros estamos controlados por las mismas fuerzas que manejaban a Catuc, pero lo que sí sé es que en ocasiones si nos paramos a pensar tenemos la sensación de no controlar nuestra vida sino que ella nos controla a nosotros. Eso sí, hagáis lo que hagáis hacerlo con sentido común porque hacernos daño a nosotros mismos es muy fácil, por ello tenemos que ser inteligentes y premeditar las consecuencias de nuestros actos, “lo único que le queda al pobre es la dignidad”.

3 comentarios:

  1. El destino es algo incierto, tal vez exista, tal vez no...
    Yo creo más en aprovechar las oportunidades en el momento adecuado, en que algunas personas viven pensando en sus sueños y otras hacen que ocurran, particularmente prefiero ser de las segundas, destinos aparte. Crea tu propia vida tal y como tu la quieres, y si es preciso lucha contra ese "destino".

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  2. Querido Dani:

    El tema hoy expuesto se las trae ja ja ja!!!
    cuando te pasa algo en la vida,sobretodo malo recurrimos a que era nuestro destino y no estoy del todo de acuerdo en ello.

    Para mí tu destino te lo forgas tú, con las decisiones que tomas en la vida.
    Cuando oigo a personas decir " es que no tenia elección y tenia que ser asi" no, siempre hay elección lo unico que no nos gusta demasiado la otra alternativa en ese momento es cuando decides tú destino con lo cual para mi no esta escrito lo escribes tú con tus decisiones.
    Por eso, sí que estoy de acuerdo en algo que has dicho, tal vez en las cosas mas insignificantes de tu vida es donde produces los grandes cambios en ella.

    POr tanto,como dice un gran frase, "ojo con lo que deseas, no vaya y se te cumpla " a veces lo que deseamos no es lo mejor para nuestras vidas, hay que medir muy bien nuestros actos por que si algo es seguro es que tendrán consecuencias.

    Para mí, mi destino lo decido yo,aunque muchas veces no sea lo que yo hubiera deseado.
    Y recuerda que siempre hay elección.

    un saludo y un besako

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  3. La verdad es que comparto mucho de lo que dices, pero no estoy de acuerdo contigo en que somos dueños de nuestro destino, en gran parte sí, puede sé que muchos acontecimientos nos ocurren por nuestros actos. Mas creo que también nos afecta mucho el entorno. Por ejemplo, sabes que ahora mismo el destino de muchos es incierto y tal vez si la cosa no estuviese de esta manera no estarían viajando a otros países simplemente para rehacer una vida que en éste no pueden vivir. Por eso mi conclusión es que sea lo que sea el destino, lo mejor es hacer lo que te haga sentir bien, y si la elección no es la correcta, entonces echémosle la culpa al destino por la tesitura de esta vida.

    Un abrazo.

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