"El concepto de felicidad no es un concepto abstracto, es real pero subjetivo. Para conseguirla, ahora, hay que sufrir haciendo lo que tu entorno te dicta, la liberación social es el resultado de esta redención plagada de normas y no siempre se puede lograr. Es más fácil desobedecer tus instintos racionales y dejarte llevar por el camino que te dicta la tendencia animal que te anima a volcarte en tu entorno cercano y hacer caso omiso a lo que ocurre a tu alrededor. No se es libre si no se usa la razón, el miedo y el mito atormentan el alma y sólo la muerte libera el tormento de una existencia sin sentido de aquellos que ven más lejos que los demás."
Las Islas Galápagos son un
claro ejemplo de lo que somos (evolución). Ya descubiertas por Darwin hace dos
siglos, son una clara muestra de lo importante que son las mutaciones en las
criaturas, sin obstáculos que las frenen pueden crear nuevas especies en
relativamente poco tiempo y para eso es necesario tener paciencia.
El científico es el sabio
en su campo, un "filósofo actual", a través del estudio de las cosas
averigua cómo funciona el mundo y es por eso que nuestra evolución sigue en
curso en la actualidad aunque seamos nosotros los que evolucionamos el mundo a
nuestro antojo, centrados en crear nuevas máquinas y tecnología que en el
futuro nos expulsará de nuestro trono existente como especie dominante para dar
paso a una nueva forma de vida más depredadora y resistente que la nuestra.
Esto es así porque nuestro instinto nos empuja a ello, somos criaturas efímeras
y nos encanta desarrollar y explorar antes de desaparecer para siempre, a esto
hay que sumarle la necesidad de respeto de nuestros iguales, poder, renombre y
como guinda al pastel un hueco para los anales de la historia. Entonces tenemos
el cóctel mortal que nos empuja a correr antes de saber andar. Uno de los
problemas es la superpoblación actual que va en aumento, sabemos que alargando
la vida de nuestros congéneres estamos acortando el estado de bienestar que
tenemos (algunos países). Con el deterioro de nuestro medio natural encubamos
nuevas y desconocidas pandemias y malformaciones que se dan en nuestros genes.
Un sinfín de contras que a priori no vemos las consecuencias pero que en poco
tiempo llegarán. En la actualidad somos miles de millones los que pueblan la
tierra más sabemos que este nivel de vida es insostenible y a pesar de ello
seguimos sin buscar auténticas soluciones. Si seguimos analizando podemos poner
muchas más desgracias que en la actualidad nos atormentan y todos somos
conscientes de que están ahí. La crisis económica no es el verdadero problema
que nos atañe, sino la crisis social, es la que ha provocado nuestro estado de
nerviosismo actual. Hace unos siglos si ocurría una catástrofe en tu zona como
nómadas que éramos cogíamos los bártulos y nos mudábamos del lugar siniestrado
pero ahora no es tan fácil, tenemos que esperar soluciones de nuestros líderes
que miran para otro lado porque el mundo evoluciona más rápido que su
entendimiento.
Los científicos de todo el
mundo siguen haciéndose preguntas e intentan contestar muchas otras que todavía
no tienen respuesta. La ciencia nos ha dado la llave que nos abre el baúl de
los secretos que ha guardado durante siglos la naturaleza, pero apenas llevamos
tiempo descubriendo los enigmas de nuestra tierra como para comprenderlos con
claridad. Este siglo que ha entrado va a ser el decisivo, estamos
experimentando cambios a nivel mundial y por eso no podemos estar impasibles a
letales acontecimientos.
Ya no hay en todo el mundo
lugares vírgenes que explorar, sitios recónditos perdidos en el globo donde
volver a empezar, nada que no esté al alcance del "lobo hombre". Son
tantos los problemas que estamos perdiendo el respeto e incluso a nuestra
propia vida, a la que muchos no le encuentran sentido, sin metas futuras que
nos animen a luchar, sin riesgos que motiven el día a día y con peligros
externos que no podemos controlar y nos mantienen en un estado de nerviosismo
permanente.
Muchos humanos viven gracias a lo superficial y trivial, sólo piensan en ellos mismos, incapaces de movilizarse por un cambio sostenible y a escala global. Son muchos los que quieren vivir ahora a costa del futuro de aquellos que acaban de llegar. No se tiene que tener miedo del mañana sino de la indolencia y desvergüenza de los que hoy pueden hacer algo y no hacen nada. Algunos jóvenes vemos una locura el traer al mundo a una criatura que de media podrá llegar a vivir hasta los 100 años para condenarla en una sociedad oscura y cada vez menos humana, en la que unos pocos "disfrutan" del progreso actual (destruyendo a la madre tierra) a costa de un montón de los de su especie que apenas consiguen subsistir. Los poderosos por miedo de represalias de otros gobiernos esconden sus verdaderas intenciones.
En los países donde hay
hambruna y escasez de medios los pueblos incultos y analfabetos siguen trayendo
criaturas a pesar de saber que no pueden mantenerlas, las condenan a una muerte
dolorosa o a una falta de desarrollo a causa de las carencias alimenticias. Mas
estas personas no disponen de nuestros medios y apenas conocen el mundo que les
rodea, muchos están condicionados por religiones perversas que les impiden
razonar o gobiernos a los que no les interesan que lo hagan.
El ser humano es especial, tiene un don un poder sin igual. Por ello esa fuerza se tiene que canalizar, no se puede permitir que viva sin normas, al libre albedrío. La madre tierra ha perdido el control de nuestra especie ya estamos distanciados de su dominio (la selección natural) debido en su mayoría al daño que hacemos al manipular sus leyes ancestrales. Por esto, muchos morirán injustamente para que unos pocos causantes del genocidio vuelvan a empezar, aunque se podría frenar si dejásemos trabajar a la selección natural y empezásemos a buscar soluciones a corto plazo para muy largo. Uno de los fallos que tenemos es manipular el destino de los que tienen que marchar, más los mantenemos aquí gracias a la manipulación desenfrenada de la medicina. ¿Cuántos son los que de verdad prefieren morir para dar un futuro a los que llegan? Supongo que ninguno.
Quien lea esto sabrá como
yo que el mundo es así y ya está y que no podemos hacer nada para cambiarlo
nada más que esperar acontecimientos. Pero te diré que tú tal vez puedas vivir
tu miserable vida sabiendo los problemas que nos acechan y desconectar de ellos
para centrarte en tu trabajo, querido, mujer, familia, hogar... esperando que
lo que venga lo afrontarás cuando llegue. Más yo no soy como el resto de personas
de este mundo. No creo que los que son como yo vayan a entender nunca a los que
son como tú, al igual que Sócrates eligió morir antes de traicionar sus
valores, pero Sócrates han habido muy pocos por eso es tan triste que el buen
ser humano sea exiguo por naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario